El entorno se ha transformado, la relación con el medio natural es cada vez más escasa. Nunca como en nuestro tiempo se han experimentado las manifestaciones de ese cambio y sus graves consecuencias.
La Educación Ambiental debe plantearse desde una filosofía de participación ciudadana, en la que todos estemos involucrados. Pensamos que es fundamental la educación del sector infantil y juvenil en la medida en que son ellos los que tendrán en sus manos el futuro de la humanidad, pero no podemos olvidar que, hoy por hoy, somos los adultos los que tenemos los recursos para modificar un modo de vida que conlleva la progresiva destrucción del entorno natural.
Intentamos que se sientan responsables de si mismos y adquieran hábitos de vida saludables. Conseguirlo supone motivar a los niños y niñas para que incrementen su deseo de estar sanos. Tenemos que preparar a los escolares para que tengan una actitud crítica y consciente en su comportamiento como consumidores y consumidoras.
Para ello, realizaremos cada día en el aula quehaceres hasta que forme parte de nuestro día a día y lleven dicha conciencia a las casas donde no se tenga especialmente cuidado hacia el buen trato que realizamos donde vivimos, "la madre tierra". Dichos quehaceres son:
-Reciclar el papel y el cartón
-Materia orgánica (comida)
-Vidrio
-Metales como el plomo, zinc, aluminio, hojalata, etc.
-Plásticos
-Pilas
Para ello, en todas las aulas o zonas comunes, habrá recipientes para llevar a cabo dicha labor de conciencia.
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